viernes, 24 de enero de 2014

"OPERACIÓN BIKINI" EN EL REINO ANIMAL

   Con la llegada del calor se pone en marcha la "operación bikini", una acomodación a las contingencias de la moda para lucir tipito delgado durate el periodo estival. Esta operación pasa por realizar extenuante ejercicio, dietas "milagrosas", etc., para acabar con esos dichosos kilos de más que nuestros trajes de baño dejan al descubierto. Ya habrá tiempo durante el otoño y el invierno de parar ese sacrificio y dar rienda suelta a nuestra voracidad para que todo vuelva a su lugar.

   En el reino animal la "operación bikini" la pone en marcha la propia evolución. Si observamos animales que habitan regiones con temperaturas elevadas y sus equivalentes en zonas más frías podemos asegurar que las diferencias son más que llamativas. Los primeros parecen tener unos kilitos de menos respecto a sus primos más septentrionales. Además, sus extremidades y apéndices (orejas, cola, etc.) son más largas respecto a los segundos. Un vistazo a dos especies de liebres nos ayudará.

Liebre ártica

Liebre africana
   La pregunta que podemos hacernos es, ¿por qué ocurre este cambio de "look" morfológico mediado por el ambiente? La respuesta fue adelantada por dos investigadores en el siglo XIX, el fisiólogo aleman Carl Bergmann y el estadounidense Joel Asah Allen. Propusieron dos reglas ecológicas que se conocen como la regla de Bergmann y la regla de Allen. La primera propone que el tamaño de los animales es más grande cuanto menor es la temperatura media del lugar donde habitan. La segunda que las partes que sobresalen del cuerpo serán más largas en los animales que viven en zonas calurosas. Ambas reglas son validadas cuando observamos animales homeotermos, mamíferos y aves, es decir, animales que poseen mecanismos internos para matener su temperatura dentro de unos límites, independientemente de la temperatura ambiental. También se han observado casos en otros grupos de animales.

   Para explicar con detalle estos mecanismos adaptativos hemos de saber que los animales pierden energía en forma de calor a través de su superficie corporal. En un habitante de zonas frías, esta pérdida supone una desventaja que la evolución trata de minimizar. En el caso contrario, la pérdida de calor, dentro de unos límites, constituye una ventaja. Por lo tanto la eficiencia energética del animal está en relación con su superficie y volumen corporal. Cuanto más grande sea un animal y menores sean sus apéndices, menor será su superficie corporal en relación a su peso y, por lo tanto, menor energía perderá. Por otro lado si vives en zonas muy calurosas, un cuerpo pequeño con extensiones muy sobresalientes ayudarán a la pérdida de calor y evitar el riesgo de sobrecalentamiento.

   Existen numerosos ejemplos en la naturaleza además de la liebres como pueden ser: el zorro ártico y el fénec o zorro del desierto, el elefante africano y el asiático, los pingüinos de la antártida y los tropicales y un largo etcétera.

   Actualmente existen otras propuestas para explicar estas reglas, además de la expuesta de la termorregulación, y están relacionadas con diversos aspectos ecológicos como la capacidad para almacenar reservas internas, la facilidad o dificultad en el acceso al alimento o el poder nutritivo del propio alimento disponible en unos ecosistemas y otros.

   Este patrón es observable, como no podía ser de otra forma, en nuestro propio árbol genealógico evolutivo. Las diferencias entre nuestro "primo" Homo neanderthalensis, habitante de la Europa fría, y Homo sapiens, nuestra especie de origen africano, van en la línea expuesta más arriba.

Científicos afirman que los Neandertales usaban el fuego en su vida como el hombre moderno
Representación de un neandertal, con su voluminoso cuerpo
   Las personas que viven obsesionadas con poseer una figura muy delgada pueden ver aquí una solución a muy muy largo plazo. Puede ser que emigrando a regiones más calurosas y dentro de muchísimo tiempo la evolución haya procurado a sus descendientes una figura más esbelta. Lo mejor, a mi parecer, será quedarse aquí, disfrutar de nuestra maravillosa dieta mediterránea y huir del sedentarismo.



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